Parroquia
San Miguel Arcángel
Seguinos:
Debes cumplir con la penitencia, hacer una acción de gracias por el perdón recibido y tratar de cumplir los propósitos de enmendar los pecados y errores.
Jesús puede brindarte el perdón cuando ve la sinceridad de tu corazón. No obstante, El mismo instituyó este sacramento para ser vivido en forma ordinaria.
Para acompañar a un discípulo que va a ser confirmado (padrino), debe haber pasado el proceso del discipulado y estar viviéndolo conscientemente para poder ayudar a su ahijado.
Debe ser mayor de 16 años, bautizado, comulgado y confirmado. Y si está en unión conyugal tener el sacramento del matrimonio.
Para solicitar la confirmación el discípulo debe prepararse convenientemente con una catequesis previa para madurar intelectualmente su Fe y poder tener una decisión más firme en la opción por Cristo. Ser Bautizado. Haber recibido el sacramento de la Reconciliación para estar en amistad con Dios al momento de Confirmarse.
En medio de la Misa de confirmación, se renuevan las promesas bautismales y luego se invoca el Espíritu Santo para que descienda y consagre totalmente al discípulo transformándolo en testigo de Jesús. El Ministro unge con el Sagrado Crisma (aceite con perfumes, consagrado) la frente del discípulo y lo saluda con una palmada en la mejilla para despertarlo a la vida plena de la vivencia evangélica.
Sí, puede hacerlo. La persona celíaca debe avisar con tiempo al sacerdote para que disponga las hostias especiales para celíacos; o bien pueda comulgar del cáliz.
Para acercarse a la Eucarística, el discípulo debe saber a quién va a recibir (al Señor Resucitado) y estar en disposición interior (sin pecados graves, por eso se recomiendo confesión frecuente) y tener una hora de ayuno.
Si, hasta una vez al año. En caso de necesidad antes también.
Si puede hacerlo, se hace un rito más breve, pero puede ser ungido apelando a la Fe del enfermo que si estuviera consiente lo hubiera solicitado.
Se inicia con oraciones preparatorias, alabanzas y pedido de perdón, se proclama un texto de la Palabra y hay suplicas por el enfermo, se invoca el Espíritu Santo para que descienda sobre el enfermo y se coloca el aceite consagrado por el obispo en la frente y en las manos del enfermo, luego oraciones finales y bendición final.
La Unción de los enfermos la pueden recibir periódicamente los adultos mayores (65 años en adelante); también todos los que tengan una enfermedad crónica y/o de cierta gravedad. Si la operación conlleva riesgos graves se puede pedir la Unción de los enfermos a cualquier edad, basta ser bautizado.