Muchas veces, las comidas y en especial los postres más famosos y ricos son fruto de pequeños accidentes o errores de preparación. Y esta historia que vamos a contarles, tuvo lugar muy cerca del santuario de San Miguel Arcángel del Monte Gargano (en Italia) que es el más antiguo de Europa occidental y ha sido lugar de peregrinaje desde principios de la Edad Media debido a que allí hubo varias apariciones del Arcángel San Miguel (más info). Este santuario dio origen y nombre a la comuna de Monte Sant´Angelo.

Corría el sigo XVII y en el interior del monasterio de la Santísima Trinidad de las monjas de la Orden de Santa Clara (ubicado en este lugar), había unas monjas que preparaban la masa para las hostias que se usarían luego en las misas cuando, en forma accidental, un puñado de almendras cayó en un recipiente que contenía miel caliente.

Al no tener cerca ningún utensilio para retirar las almendras de la miel, una de las monjas utilizó dos hostias para hacerlo.

Las almendras, cubiertas de miel, se pegaron a las hostias y pasados unos minutos, al enfriarse, todo se había solidificado.

Y así nació el dulce típico del Monte Sant’Angelo: las «hostias rellenas» (ostie ripiene en italiano) que además de adaptarse a diferentes ocasiones combinadas con café o té caliente como merienda o también como postre al final de una comida, representan un regalo de bienvenida y un recuerdo tradicional para las personas que visitan Monte Sant´Angelo.

Sin conocer esta historia, en nuestra comunidad, surgió hace unos años la idea de tener algún dulce que nos identificara y que pudiéramos compartir en determinadas ocasiones del año.

Surgieron así las «Tortitas de San Miguel», que consisten en un relleno dulce y crocante con maní recubierto por dos obleas similares a las hostias que se ponen a la venta a la salida de Misa para las Fiestas Patronales en Honor a San Miguel Arcángel y también para Navidad, para que las personas puedan llevarse un recuerdo y compartir en familia o con amigos.

Pensamos que a San Miguel le gustó que la gente comparta ese dulce tradicional en la región cercana al Santuario de San Miguel Arcángel en Gargano y seguramente nos guió a nosotros para que iniciemos aquí una nueva y dulce tradición.

Por eso, si aún no probaste las «tortitas de San Miguel», no pierdas la oportunidad de hacerlo!!!