Escuela Parroquial

La Escuela Particular Incorporada N° 1156 “San Miguel Arcángel» es una institución parroquial que tiene sus orígenes en el año 1953, cuando atendiendo a las inquietudes de aquel momento, los Padres Lateranenses junto a la Liga de Madres de Familia, comenzaron a gestionar un Jardín de Infantes para varones. Luego, Cáritas Parroquial asumió su mantenimiento y conducción.

En marzo del año 1962 es incorporada al Sistema Educativo de la Provincia de Santa Fe y se constituye de este modo su fundación.

Cuando esta congregación se retira a fines del año 1992, se efectúa el traspaso definitivo al Arzobispado de Rosario.

Esta Escuela Primaria fue creciendo y hoy cuenta con una división desde Sección de 4 años hasta 7° grado en ambos turnos, dando continuidad a un proyecto educativo y pastoral.

La escuela entendida como lugar de oportunidades para la promoción y concreción de proyectos de vida, tiene el desafío de dar respuesta a las necesidades y demandas de la época. De ahí, que en el año 2009 se concreta el funcionamiento de la Escuela de Educación Secundaria Orientada Particular Incorporada Nº 3171, cumplimentando los años de la escolaridad obligatoria.

Desde la década del sesenta hasta nuestros días, habiendo transcurrido más de 55 años, nuestra Comunidad Educativa es reconocida por una trayectoria sostenida en los valores del Evangelio: amor, paz, verdad, respeto, solidaridad, libertad, justicia, responsabilidad y bien común.

Entendemos que la educación es un derecho y un deber, garantizar saberes y aprendizajes significativos a nuestros niños y niñas, es nuestra misión. Con una mirada esperanzadora en Cristo, apostamos a una formación integral, favoreciendo el desarrollo de competencias complejas que habiliten a nuestros alumnos y alumnas a constituirse en sujetos capaces de amar y ser amados, en ciudadanos responsables y autónomos, en trabajadores inteligentes y consumidores críticos. Que forjen un proyecto de vida que les posibilite trascender y realizarse como personas.

Nuestro carisma “¿Quién como Dios?”, nadie es tan grande como Dios, nos enseña el Arcángel San Miguel, bajo su protección seguimos comprometiendo nuestras manos en la siembra para continuar la tarea de quienes nos precedieron en este camino, afrontando los retos que nos impone la vida en sociedad.