Parroquia
San Miguel Arcángel
Guía: En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo
Todos: Amén
Guía: Ven Espíritu Santo
Todos: Llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor
Guía: Envía tu Espíritu creador
Todos: Y renovarás la faz de la tierra
Guía: Dios Padre, que iluminaste los corazones de tus fieles con la luz del Espíritu Santo, te pedimos que nos hagas dóciles a sus inspiraciones para gustar siempre del bien y gozar de sus consuelos. Por Jesucristo nuestro Señor.
Guía: Una vez más nos reunimos, atentos al anuncio de la llegada de Dios nuestro Señor. Preparémonos a recibir a nuestro Salvador reuniéndonos en torno a esta corona.
Guía: Escuchemos la palabra de Dios (Lucas 1, 39-45).
María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de Judá. Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. Apenas esta oyó el saludo de María, el niño saltó de alegría en su seno, e Isabel, llena del Espíritu Santo, exclamó: “¡Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme? Apenas oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi seno. Feliz de ti por haber creído que se cumplirá lo que te fue anunciado de parte del Señor”.
Palabra del Señor.
Todos: Gloria a ti, Señor Jesús
Reflexión:
María no se queda en casa celebrando ser la elegida o en espera de reconocimiento, sino que humildemente se pone en camino a la casa de su prima Isabel para servirla. Y nos invita a que nosotros también salgamos al encuentro de quienes nos necesitan y nos demos como ella, porque en ese darnos a los demás, nos estamos dando a Dios.
Guía: Jesucristo, Nuestra Esperanza, ayúdanos a ser cristianos en salida y darnos a los demás siguiendo el ejemplo de María.
Todos los integrantes de la familia se toman de la mano y rezan juntos el Padre Nuestro.
Guía: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Todos: Amén.
Ven, Señor, a nuestra vida,
que ya estamos en Adviento,
ven pronto que te esperamos,
y salimos a tu encuentro.
venga a nosotros tu Reino.
Lo anunciaron los Profetas
y lo vieron desde lejos,
para cumplir sus promesas
vino a salvar a su pueblo.
Nuestro mundo está esperando,
el Señor sigue viniendo,
ahora viene por la gracia
al corazón de su pueblo.
Como rey de las naciones
y Señor del universo,
vendrá al final de la historia
a reunir a su pueblo.
“Preparadle los caminos”,
Juan predica en el desierto,
la Virgen Madre concibe,
su Palabra en silencio.