Parroquia
San Miguel Arcángel
“Me gusta volver con la imaginación a aquellos años en los que Jesús permaneció junto a su Madre, que abarcan casi toda la vida de Nuestro Señor en este mundo. Verlo pequeño, cuando María lo cuida, lo besa y lo entretiene. Verlo crecer, ante los ojos enamorados de su Madre y de José, su padre en la tierra. Con cuánta ternura y con cuánta delicadeza María y José se preocuparían de Jesús durante su infancia y, en silencio, aprenderían mucho y constantemente de Él. Sus almas se irían haciendo al alma de aquel Hijo, Hombre y Dios. Por eso la Madre – y, después de Ella, José – conoce como nadie los sentimientos del Corazón de Cristo, y los dos son el camino mejor, el único, para llegar al Salvador”.